martes, 14 de junio de 2011

¿DÓNDE LOS HOMBRES?

¿DÓNDE LOS HOMBRES?
LA PEQUEÑA CORRUPCIÓN
A la hora de opinar de los políticos, las mujeres no se quedan atrás. A, Mª Antonia Camino, estanquera, le preocupa algo importante que se extiende como una mancha:
-Mire este país es una gran manta de la que nadie quiere levantar una punta porque no se sabe lo que va a salir.
“Aquí no cambia nada. Vengo viendo en los puestos las mismas personas hace cuarenta años. Todo entre los mismos y tanto tiempo, ha hecho que la corrupción se extienda. La hemos aprendido todos. Antes lo hacían los importantes, después los medianos y, ahora, la corrupción de vecino a vecino, y esto no hay quien lo corte.
Negocios que son robos encubiertos, enchufes, favoritismos. El que da en un filón, lleva la mujer, la cuñada, el tío…
¿Cómo puede resistir tanta corrupción un país? ¿Tanta falta de honradez?
Y mientras ¿qué hacen los políticos? ¿Cómo no abstenernos a la hora de votar?

TODOS SON IGUALES
–Mire usted, los políticos no son buenos porque van a lo suyo. ¿Nos hemos enterado de lo que se coció entre ellos? ¿Quién nos ha preguntado?
Y le digo que todos son iguales. Yo, explica José Lacalle Santos, mecánico, tengo ya muchos años y estuve en el frente en la quinta del biberón con unos y con otros. Los conozco bien. Fui chofer en el cuartel de Santa Cristina, cuando la guerra. Íbamos por los campos a recoger comida para el frente y aquello era saquear. Los jefes pillaban los jamones, unas botellas y se los comían en el campo con cinco furcias. Al volver disparaban ellos mismos contra los coches y decían: “Venimos de Guadarrama, hemos perseguido a los fascistas hasta cerca de Burgos”. Y los tres zampando con las furcias.
En el otro lado había más moralidad porque allí el tabaco se repartía en el frente; yo, cuando vi las colas dije: ¡Estos son más honrados! Pero también tenían sus egoísmos. Mire, yo con nadie. Se lo dije aquí, en el taxi, a un señor republicano: ¡Perdisteis la guerra por sinvergüenzas! Lo deje más planchao que una anchoa. Mire, aquí faltan cabezas y moralidad. Así no se va a ninguna parte.

LA POLITICA DE LAS COSAS
-Yo desconfío de la política, porque a ver quién se aclara aquí, afirma Josefa Pérez Murcia, profesora de matemáticas. Nosotros no votamos por las cosas de la política, sino por la política de las cosas. Que haya orden, que las mujeres puedan salir sin miedo de noche, que no suba la vida, que el paro se solucione, que las tarifas de la luz no nos tomen el pelo, que haya parques para que nuestros hijos respiren.
“Pero de estas cosas, ¡qué poco se habla! No oye usted más que: consenso, referéndum, partido, votos…Oiga, ellos están en las cosas de la política. ¿Cuándo van a venir a la política de las cosas? Un político tendría que ser un hombre muy honrado solucionando problemas concretos. Que no, que la política no es el poder ni el dinero, que es servicio.

Sólo inmensas manadas de borregos recorren la península…¿Dónde los HOMBRES?, ¿Dónde?
Dónde los hombres, donde los hombres, donde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres. DÓNDE.

¿DÓNDE LOS HOMBRES?

¿DÓNDE LOS HOMBRES?
                Entre el aluvión de noticias que llegan, pueden pasar inadvertidas las más importantes. El pasado domingo ante una audiencia excepcional de intelectuales y hombres de Estado, el Papa habló en Croacia, para Europa y el mundo que se debate en una tercera guerra global por los cuatro costados.

            La calidad de la vida social y civil, la calidad de la democracia dependen en gran parte de este elemento que es la conciencia”. No es posible superar la crisis, tan fuerte que atravesamos, ni alcanzar la felicidad que anhelamos sin una conciencia moral.
           
            Coincide también el nuevo libro de Hessel, cargado de moral ciudadana: la crisis de las instituciones, la toma de conciencia política de los jóvenes y el relativismo ante situaciones actuales que resultan insoportables. Sucede al famoso “Indignaos” y se titula “¡Comprometeos!” que es lo que en este momento toca.
           
            ¡Amigo, el compromiso! ¿Quién coge por los cuernos, al toro? Aquí hay mucho político que no se compromete en serio. Nadie se declara responsable. Nadie dimite. ¿Dónde la conciencia moral ante tantos casos de juzgado de guardia, impunes?
           
            Si alguien tiene noticia, de un solo euro devuelto de lo mucho robado, que lo diga para dar la exclusiva. Vemos la cara sonriente de Chávez con 30 años de corrupción a sus espaldas, ¡la corrupción del poder aceptada por todos! Y asombra que siga de Vicepresidente ¡que no dimita! Corruptos a la calle. Es cuestión de conciencia. No aguantamos verlos en congresos, convenios y asambleas. Mire, no. ¿Usted va a arreglarnos las cosas? Han causado mucho daño a este país, mucho dolor real. ¿Y van a seguir de rositas? Siete años, intrigando Rubalcaba, junto a Zapatero. ¿Qué plan nos puede proponer?
           
            Acaban de pagarle al País Vasco las 30 monedas que le debían por apoyar los últimos presupuestos que, a costa de la unidad de España, permitió al PSOE seguir en el macho. Pagó “el gobierno antieta” con más de cien ayuntamientos regalados a los terroristas.
           
            Si la conciencia, como pretende el pensamiento actual, se reduce al ámbito subjetivo al que se relegan la religión y la moral, la crisis de Occidente no tiene remedio”, ha dicho el Papa.
           
            Pero Benedicto XVI no es pesimista. “Si se redescubre la conciencia, como lugar de escucha de la verdad y el bien, de responsabilidad ante Dios y ante los hombres - que es la fuerza contra toda dictadura – entonces, hay esperanza para el futuro”.
           
            Recogemos también las palabras del abuelo de la Revolución: “Vamos a demostrar a estos bandidos que no somos unos borregos”.
           
            Al fin la palabra “borrego” se está abriendo camino. Pero, todavía  inmensas manadas de borregos recorren la península…¿Dónde los HOMBRES?, ¿Dónde?
Dónde los hombres, donde los hombres, donde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres. DÓNDE.

DONDE LOS HOMBRES

¿DÓNDE LOS HOMBRES?
           
            No sabemos cuándo hablará, Rajoy, a calzón quitado, expresión aprobada, no hace tanto, por la Real Academia de la Lengua. Pero lo grave es que Zapatero, al fin, se ponga  los pantalones y hable de aquí al 2012, cuando cumpla su mandato. Y todos, como de costumbre, bajándose los pantalones, expresión también aceptada por la RAE. Y en consecuencia dejen a este pobre país con el culo al aire, otra expresión correcta, y expuesto a la intemperie, por décadas. O sea, todos dándonos con el culo en las goteras, que según el diccionario, es “quedarse pobre por haberse derrochado el caudal”.
            ¡Menudo porvenir!
            Manadas de borregos a culo pajarero, “enseñar las nalgas”, según la Academia, recorren la península. Pero ¿dónde los hombres que manden a estos dictadores a tomar por…saco? ¿Dónde los hombres? ¿Dónde?

Dónde los hombres, donde los hombres, donde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres. DÓNDE

SOL, UN VERTEDERO. LA LIBERTAD DEGRADADA

¿DÓNDE LOS HOMBRES?

SOL, UN VERTEDERO. LA LIBERTAD DEGRADADA

“El mini-Estado de “indignados” de Sol, con su soberanía asamblearia, prosigue la campaña de autodeterminación bajo las jaimas. Casi tres semanas lleva la democracia rompiendo contra los muros blindados de la plaza, a la espera de que el Parlamento antisistema tenga a bien levantar el Pleno. Disuélvanse por las buenas, señorías, y recojan la mesa del despacho y sus escaños. Llévense las sillas de enea y cuero ajado, el infiernillo, los urinarios, los avíos y cacharros de ese hemiciclo en el que hasta las pulgas tienen voz y voto. Ya está bien de debates, que ha llegado el momento de disolver las “Cortes” y fumigar por el bien del pueblo.
Bajen de las nubes y observen con pulcra perspectiva el estado de las cosas: la plaza de los sueños es hoy un vertedero infame, un pudridero de residuos orgánicos, un Congreso de mugre amontonada sobre el kilómetro cero de la libertad degradada. Disuélvanse. Y den gracias al sistema que les permitió acampar sobre la ley y el orden. Porque solo en España la democracia es capaz de hacer noche en una jaima cubierta de roña bajo la luz de las estrellas” (ABC)
A Rubalcaba se le complica la reserva de la Puerta del Sol. Todos aceptamos la indignación de los jóvenes con simpatía. Pero pronto se les vio el plumero. Ni una pancarta sobre el paro, la corrupción, las ERES, y el enchufismo en Andalucía. ¿Alguien les oyó reclamar al ministro del Interior, a la política de Zapatero. Y ahora que en toda la zona se pide su presencia ¡qué  hará Rubalcaba!
Entre tanto, corre la información de que el Dominio: democraciarealya.es, forma parte de la llamada Red de Blog Socialistas. ¿No es el Vicepresidente antiguo experto en estos caladeros?
¿En qué piensan los hombres? ¿Dónde están los hombres?
Sólo inmensas manadas de borregos recorren la península… ¿Dónde los HOMBRES?, ¿Dónde?
Dónde los hombres, donde los hombres, donde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres

LA HORA DE LOS POLITICOS CASAMENTEROS

¿DÓNDE LOS HOMBRES?

LA HORA DE LOS POLITICOS CASAMENTEROS

            Hay mucha política en los pactos. Puede ser de buena o de mala leche. Maquiavelo se inclina por la segunda.
            Se anuncia el entendimiento en Asturias, en letra más bien grande, entre el partido de Cascos y el PP.
            De repente, leemos, en letra pequeña, que el PSOE renuncia a pactar en Asturias, se retira.
            Y otra vez, leemos en buena letra, que el partido de Cascos se unirá con otras fuerzas locales asturianas, aglutinando un partido fuerte. Indudablemente son votos que no irán a una mayoría de Rajoy.
            Fue la táctica para deshacer la mayoría de 7 hijas solteras de una madre lista. Si aparecía un posible noviete, dudando entre una de las chicas y su amiga, lanzaba al único hijo varón a enrrollarse con la amiga. Primera hija casada. Así, entre pandillas de amigos, casó a las siete. Al final, el varón que colocó a las hermanas, se casó con una mujer maravillosa ¡Y fue muchos años alcalde!
            Los pactos, en un sentido o en otro, tienen mucho que ver con las proverbiales políticas “casamenteras”. Y es curioso descubrir, tanto “calixto” enamorado proclamándose “melibeo”. Realmente la sorpresa es descubrir, cuando se ha trabajado con hombres, que son tanto o más “cotillas” que las mujeres. Tal vez por eso se trabaja a gusto con ellos.
            Pues ¡a trabajar! Busquemos ¡buenos políticos casamenteros! Pero ¿dónde los hombres?
Sólo inmensas manadas de borregos recorren la península… ¿Dónde los HOMBRES?, ¿Dónde?
Dónde los hombres, donde los hombres, donde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres. DÓNDE

viernes, 3 de junio de 2011

¿DÓNDE LOS HOMBRES? Manual para intermediarios en elecciones

¿DÓNDE LOS HOMBRES?

MANUAL PARA INTERMEDIARIOS EN ELECCIONES

                La prensa nos prepara. “El año electoral que empieza va a ser pavoroso; como siempre, será un viaje al rencor para elegir entre dos collas, una de trapos y otra de trapicheo…Hay que empezar a desempolvar las armas de nuestros antepasados…Habrá riesgo de cuchilladas y resultará imposible mantener la equidistancia…”

            Pero hay soluciones. Para eso están los intermediarios. Mediar entre dos o entre doscientos, que eso quiere decir intermediario, es uno de los quehaceres más responsables que existen. Todos somos intermediarios. Todos funcionamos entre amigos, entre el jefe y los compañeros, entre gentes que conviven junto a nosotros, en partidos o asociaciones… Todos, de un modo u otro, tenemos muchas veces que mediar.
           
            Nuestra sociedad está montada a base de intermediarios y de ellos depende nada menos que la paz o la guerra ¿Por qué? Si la tierra de nadie, entre los dos bandos, se llena de malentendidos, aquello es la guerra. Pero si, se llena de buen entendimiento porque el “mediador” cumple con su oficio ¡pañuelos blancos! Claro que ha de actuar con gracia y oportunidad. ¡Fuera plastas!
           
            Se ha demostrado que nada dispone tan favorablemente a una persona respecto a otra, como el saber que tiene de ella una gran estima. Ya está su corazón exhalando ondas de simpatía, gracias a ese mediador que ha venido a contárselo, conectando así dos polos opuestos.
           
            Hay casos realmente graciosos. En una comida de homenaje, una escritora, despistadísima, confunde al escritor vecino de mesa y le asegura que un editor le ha hecho de él grandes elogios. Cuando descubre que se llevan a matar, la pobre mujer se queda de piedra. Más tarde -¡cosas de la vida!- supo que su vecino de mesa estrechó la mano del odiado editor en cuanto se le puso por delante. Hicieron la vista gorda sobre el pasado y disfrutaban ya, en común, las ganancias de un libro de éxito.
           
            Es asombroso cómo la sola idea de que otros  nos estiman –aunque sea falsa- puede tener semejante fuerza. Entonces, ¿por qué no transmitir ideas positivas, –unos de otros-? ¿por qué no sembrar a manos llenas, si queremos un buen pacto?
           
            Pero la guerra está también en los intermediarios. Basta ver cómo reaccionamos cuando alguien se encarga de contarnos que nos van poniendo por ahí de chupa dómine. Inmediatamente -como en los comics- rayos y centellas rodean nuestras cabezas ¡Y qué descarga se lleva el autor cuando se acerca!
           
            Es terrible que, a pesar de nuestro aspecto inocente, podamos ser todos poderosos artefactos de guerra. Algo así como espías vestidos de lagarteranas bailando sobre un campo de minas.
           
            Más que las ideas, son las palabras las que mueven el mundo Y son también las que pueden destruirnos. Tantas, tantas palabras como espadas, tanto susurro al oído, tanto aguijón camuflado… ¡Ojo, con las palabras! Aunque vivamos en la era de la imagen, las palabras serán siempre algo fundamental.
           
            ¡Pero, si una sola palabra, una palabra  tan pequeña como un o un no, puede hacernos felices o desgraciados!

Hombres mediadores. Hombres con pañuelos blancos. Pero ¿Dónde encontrarlos? ¿Dónde?

Sólo inmensas manadas de borregos recorren la península… ¿Dónde los HOMBRES?, ¿Dónde?
Dónde los hombres, donde los hombres, donde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres. DÓNDE.

jueves, 2 de junio de 2011

¿DÓNDE LOS HOMBRES?

¿DÓNDE LOS HOMBRES?
                Mi diccionario es el de María Moliner. Pero hoy me queda a mano el de la RAE. Acabo de leer, en un filósofo de la postmodernidad, que lo propio de nuestra época es el cinismo a todos los niveles. Ha causado la crisis económica, cargándose, antes, los valores humanos. ¡A robar que son dos días!
           
            Corro a buscar la primera definición de CINISMO: “Doctrina de los cínicos”, 2, “Desvergüenza en el mentir”. Bendito castellano, tan breve y claro. Este es nuestro mal. Ya no es mentir, que en sí es grave. Es que, encima, mienten con desvergüenza, con descaro, con falta de dignidad…Sólo el afán de meter en el saco. De llevarse una pasta. !Hay los maletines de piel oscura!
           
            Es la pérdida total de la honradez ¡aquellos 100 años de honradez! lo que ha quitado casi dos millones de votos al PSOE. Decepcionar la buena fe de los militantes, el timo encubierto, es letal. El hecho ha sido tan evidente en Andalucía, que todos creímos en el anuncio de la jornada para un estudio serio del desastre. Pero el PSOE prefirió asegurarse un experto en deshacer la posible mayoría de Rajoy. ¡Hasta de las alcantarillas! habló en su día Felipe. Es trabajo de fontaneros. Y por eso todo vale. Todos los poderes en una sola mano desde el aparato del Estado, los Tribunales, la policía, sin olvidar la prensa y la máquina de fabricar decretos al minuto.
           
            A pesar de todo, el gran error ha sido  perseguir cualquier atisbo de valores morales, religiosos o transcendentes. ¡Pero si en ellos nos va hasta la vida! Muchas tragedias ocurridas por “fallos humanos” se deben a falta de responsabilidad, atención y revisión, de pequeños detalles técnicos pero importantísimos. Con prisas, con otros intereses, los deberes molestan.
           
            Hoy publica la prensa, los  terribles maltratos de cuidadores en residencias de niños autistas. ¡Qué dolor! Y vimos, ancianas, morir de hambre porque las encargadas de atenderlas se zampaban su comida. Asombro profundo.
           
            Y tuvo éxito, en plena guerra fría, mi pequeño comentario. “Qué nos importa la posible guerra nuclear entre dos grandes fuerzas, si nos puede mandar al otro barrio, una sonda infectada que alguien dejó por descuido entre los algodones de la basura”
           
            Vienen estos recuerdos al leer hoy a Benigno Pendás: “…Acaso el futuro deba orientarse hacia la calidad (moral, social, institucional) y desterrar las falacias que alientan el todo vale”. Y añade, más adelante:
           
            Ante todo, hay que hacer las cosas bien en ayuntamientos y comunidades autónomas: el recto ejercicio del poder territorial alcanzado con brillantez en las urnas debe ser la seña de identidad. Principios inequívocos servidos por estrategias flexibles…

            ¿Se puede decir más y mejor? Cierro el diccionario de la RAE que tampoco se queda atrás. Cinismo: “Desvergüenza en el mentir”. Vergüenza: “Estimación de la propia “honrra”.     
            ¿Y esto a que sabe?

            Ojala todos los hombres lo sepan ¿Pero dónde los hombres? ¿Dónde?
Sólo inmensas manadas de borregos recorren la península…¿Dónde los HOMBRES?, ¿Dónde?
Dónde los hombres, donde los hombres, donde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres. DÓNDE.                                      

¿DÓNDE LOS HOMBRES?

¿DÓNDE LOS HOMBRES?
            Es de locos. Ahora que el español se habla en todo el mundo. Que los hispanos en Estados Unidos arrasan y hasta Obama pide una biblia en español. Ahora que los jóvenes de otros países presumen de “Rebelión española”, en Cataluña, que es territorio de España, se prohíbe hablar en español. Es de LOCOS. Inmersión lingüística pura y dura. Algo que va contra los derechos, más elementales, de la persona. Mi patria, mi lengua, mis raíces, la madre que me parió…Y yo, español de España. Ahí están las dos nuevas sentencias que permitirían aprender en español a los niños españoles. Pero la Generalitat ha decidido no cumplirlas.
            Aunque lo mandase el mismísimo Constitucional. Aquí solo son sagradas las sentencias del Alto Tribunal que favorecen a Bildu. Y ya CIU se ocupó de reclamar los derechos del grupo adicto a ETA. Pero ¿qué hará la buena gente humilde por ese mundo globalizado, sin más bagaje que el catalán? Los políticos socialistas saben el camino del Colegio Alemán. Y nuestros españolillos, sin saber  español, en un mundo de 300 millones de hispanoparlantes. ¿No es de locos?
            Que se enteren los queridos catalanes, tan buenos amigos cuando se abren. Todos españoles a pesar suyo.
             Me lo enseñó mi padre cuando tenía diez años. Seguro que muchos lo recordarán aunque no sepamos el autor:
Oyendo hablar a un hombre, fácil es,
saber en donde vió, la luz del sol,
Si habla bien de Inglaterra, es un ingles,
Si habla mal de Alemania, es un francés,
Y si habla mal de España, un español.

Creemos que las autonomías, engrandecen a España, como todo buen alumno, deja bien al maestro. Pero actuar como esos hijos recién casados que vuelven a casa de la madre para arramblar desde el sillón favorito, las bombillas, las Cajas de Ahorro. ¡Malo!
¿Dónde están los hombres con cabeza, que podrían arreglar esto? ¿Dónde los hombres?
¿Sólo inmensas manadas de borregos recorren la península…¿Dónde los HOMBRES?, ¿Dónde?
Dónde los hombres, donde los hombres, donde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres. DONDE.

miércoles, 1 de junio de 2011

¿DÓNDE LOS HOMBRES?

¿DÓNDE LOS HOMBRES?


                Al parecer, los “jóvenes indignados” han decidido quedarse. Quizás esperen las próximas elecciones del 2012 que el gobierno se ha prometido ganar.
           
            Lo extraño es que haya tan pocos indignados con el cabreo, generalizado, del país.

            ¿Dónde están las viudas? Hicieron unas declaraciones terribles con sus pensiones de miseria…A estas indignadas ¿no les asignaríamos la Plaza Mayor? ¡Ojo!,  que existen más de dos millones en España.
           
            Y los parados indignadísimos, ¿no se tienen ganada la Plaza de Oriente?
                       
            Y las víctimas de ETA, tan justamente indignadas ¿no se merecen la Plaza de Cibeles?
            Y los inválidos sin ayuda familiar, por falta de presupuesto, ¿no estarían a gusto en la Plaza de España?
            Y los “Pro vida” ¿no tienen bien ganada la Plaza de la Independencia?
            Y los “Hazte oír”, “Ciudadanos” y tantos otros…¿dónde se han metido? ¡Pero si sobran plazas!
           
            Justo todos los indignados podrían disfrutar de la libertad de Rubalcaba.
           
            El ministro del Interior, lleva un mes callado como un “muermo”. Opina, con razón, que “la policía no está para crear problemas…” No le importaron ni la Junta electoral, ni la jornada de reflexión, ni los vendedores que se arruinan…No pone límites de tiempo, ni de lugar, ni multas a los “jóvenes indignados
             ¿Cómo no se les ocurre a los otros indignados coger la puerta abierta de Rubalcaba y echarse a la calle de una puñetera vez?
           
            Ahora es el momento, salgamos todos, en hermosas riadas humanas, como en el mundial. ¿Quién tendrá razones para detenernos? La calle es de todos. Todos, como en el metro, pero dejando libres las aceras para los peatones.
           
            Hagamos un llamamiento. Que ni un indignado se quede en casa. Que nadie se quede en las sacristías. Porque los ángeles  lloran si ven las calles desiertas.
           
            Todos sabemos que el mal avanza cuando el bien calienta sillas. Hasta en el Evangelio se dice que los hijos de las tinieblas se mueven mejor que los hijos de la luz. ¿Vamos a estarnos quietos? En paz, en silencio, con toda la corrección, como Gandhi. Pero en la calle.

            Sobran motivos para estar indignados. Los proyectos de ley: contra la libertad de ser distintos, de educarnos como nos dé la gana, de vivir como Matusalén sin que nos metan un paliativo para el cementerio. Por favor, que están en juego grandes cosas. “!Indignados a la calle!”
           
            Los gobiernos se ganan en la calle. Y se pierden en la calle. Rubalcaba, según la prensa, tardó dos días y medio en tumbar uno: ¿No va a levantar otro en once meses?
           
            Esto es lo que nos espera. Aprovechemos las vacaciones del ministro del Interior. Ocasión única. “Semana fantástica” de El Corte Ingles”
           
            Todos a la calle. “!Oh marchining!”, “!Si, marchemos!”

            ¿Y  ante todo esto, qué dicen los hombres? ¿Pero hay hombres en España?
           
Sólo inmensas manadas de borregos recorren la península…¿Dónde los HOMBRES?, ¿Dónde?
Dónde los hombres, donde los hombres, donde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres. DÓNDE.