lunes, 24 de octubre de 2011

NOVIEMBRE MES PARA LA MUERTE

Me sorprendió la justificación de mi peluquera: "Estoy floja por el ayuno del Ramadán". Lo dijo sin el menor complejo. ¿Cuándo los cristianos corrientes actuaremos con esa naturalidad? Porque para laicos, laicos, los católicos apostólicos romanos. Calladito se está mejor. ¡Y así nos va! 
Sí, me gustaría hablar un día de Dios pero ¿con qué palabras...? ¿Y vosotros? De momento ya están aquí los "huesos de santo" para endulzar a los difuntos. Estoy sumergida en todos los datos de la muerte que inundan los periódicos. En Madrid, "la media diaria de fallecidos es de 72 personas". Debemos de tener una salud de hierro porque somos algunos millones. Y, una buena noticia, "el día 1º de noviembre es el día del año que más flores se venden". Nos queremos. Nos recordamos. Por eso me da pena hablar en abstracto de la muerte y no de los nuestros que se marcharon. Viven y nos ven. Los teólogos nos echan en cara, que estamos tan metidos en nuestros problemas, que los olvidamos. De repente, descubro con honradez, que apenas recuerdo a mis padres. 
Dice algún teólogo que si el cielo no es un lugar físico, y si lo que vemos en lo alto, ni es cielo, ni es azul, es porque en realidad ellos viven entre nosotros, pero en una dimensión que no podemos ver. Hacen también familia. Esperan sólo que la cortina que nos separa, se corra un día.
Es curioso que ahora no hay apenas ateos en estado puro. Cualquier científico que se precie, nos asegura que la materia se transforma pero, jamás desaparece. ¿Por qué ha de ser raro que cambiemos un día en seres gloriosos y estupendos? 
Aviso. Millones de familias enteras desaparecen en los genocidios y catástrofes naturales. No tienen quien se acuerde de ellos. Sí, un pensamiento y una pequeña oración en este mes de continuos funerales no vendría mal. Yo busco a la pequeña musulmana, lapidada cruelmente por los suyos. No sabía más, tenía trece años. Y a la masacre ortodoxa de El Cairo.
Estas noticias de difuntos me decidieron no hace mucho a comprar mi sepultura en la iglesia de San Martín. ¡Y a plazos ! Allí, junto a la plaza de Callao estaré en la movida de la zona rodeada de drogatas y prostitutas. Si ellas nos precederán en el Reino así me iré situando. Más noticias. Leo que un tanatorio de Alicante se llama la "Siempreviva", tomo nota. Hay que hacerse a todo. 
Justo, al día siguiente de jubilarme, me llegaron unos papeles de TVE. Eran las ayudas para gastos de entierro. Me quedé tiesa. ¡Jo, que prisas! Y, para remate, la eutanasia. Van por nosotros a años vistos. Se le escapó a un diputado francés desde el escaño y hubo tal resonancia, que el informe me ocupó toda una carpeta. Lo mejor que puede ocurrirle a los jubilidados, explicó el diputado, es la clásica "complicación cardiopulmonar" y decirnos adiós. Se quedó tan contento. Aunque la Ministra de Sanidad ha tapado el tema, la eutanasia, disfrazada de "muerte digna", está ahí. Lagarto, lagarto... La espada de Damocles de las pensiones, millones de parados esperando... Y nosotros con "dieta mediterránea" vía Matusalen. Rubalcaba no es tonto. Lo primero si gana será la Eutanasia. En vez de recortar pensiones, recortar pensionistas. Y venga a anunciar viajes del Inserso.  ¿Votamos nosotros la vida?
¿Donde están los hombres que quieran defender a nuestros mayores luchando contra la eutanasia? ¿Dónde los hombres valientes? Solo manadas de borregos recorren la península. ¿Dónde los hombres?
¿Dónde los hombres? ¿Dónde los hombres? ¿Dónde los hombres? ¿Dónde los hombres? ¿Dónde los hombres? ¿Dónde los hombres? ¿Dónde los hombres? ¿Dónde los hombres? ¿Dónde los hombres? ¿Dónde los hombres?¿Dónde los hombres? ¿Dónde los hombres? ¿Dónde los hombres? ¿Dónde los hombres? DONDE.



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