viernes, 16 de diciembre de 2011


Regalos increíbles para tiempos 
de crisis

Ya está bien de ser pelma o retro. Olvídese del jamón, de los polvorones y el champán. Regale cosas originales. Regale tiempo, regale felicidad, regale armonía, regale llamadas de teléfono, regale cartas largas, regale buenas noticias… Hay cientos de ideas para regalar y se adaptan, además, a cualquier presupuesto.

Cómo se regala tiempo
Se coge la agenda, se marca un número y se dice: Mira chico/a, estamos en fiestas y esto hay que mojarlo. Nos vamos a comer, sin prisas, a un sitio que esté bien y a charlar, a recordar... La juerga corre de mi cuenta, que está intacta la extra. La fórmula sirve para la cena, té, vinos... Pero nunca con prisas.

Cómo regalar felicidad
En principio, poniendo usted buena cara. Saludando, preguntando, interesándose por los que le rodean, invitando, andando, que es gerundio. Regalar felicidad está tirado, porque la felicidad es lo más relativo del mundo. Recuerde aquel pastor cuya máxima felicidad era un tazón de sopas con leche. Para otros será un paseo tranquilo en solitario o una buena película. O aparecer con un centollo en casa, o con castañas calentitas. ¡Hay tantas cosas que pueden hacernos felices!

Cómo se regalan “paces”
Paces, no paz. Aunque la paz esté tras las paces. En una palabra: ponerse de acuerdo para “hacer las paces”. Para regalar consenso hay que ceder, hay que echarle valor a la cosa y tomar la iniciativa a base de: “¡Pero qué tontería!”, “¡Pero cómo te dije yo aquello!”, “¡Pero cómo se me ocurriría esa memez!”. Le echa usted gracia al asunto y a fumarse la pipa de la paz en un restaurante de cuatro tenedores. Una tasquita con encanto también vale.

Cómo regalar llamadas telefónicas
A base de teléfono, claro está. Repasando la lista de parientes y amigos, de amistades sociales, de personas queridas a las que esta vida aperreada nos impide rozar. La tía viejecita, la prima lejana, la cuñada y viuda, por más señas. El truco es hacerse el encontradizo telefónicamente para no despertar sospechas. Se hace una crucecita junto a cada persona de la lista y, al final, un ligero grito de victoria a lo Tarzán.

Cómo regalar cartas largas y sencillas
Para esto hay que atarse a la pata de la  mesa  provistos de bolígrafo y papel. A las personas de edad, a todas las que se encuentran marginadas de nuestra vida meteórica, les encantará saber que nos sentamos a escribirles, que les dedicamos nuestro tiempo en exclusiva. Que sabemos que están ahí, que existen para nosotros… Recuérdelo, no un simple christmas. No “Feliz Navidad y próspero Año Nuevo”. Una carta, y larga, contando con sencillez cosas divertidas.

Cómo regalar autoestima
Tire a la papelera los libros de autoestima barata y póngase la mano derecha sobre el corazón. Desde ahí, haga memoria y piense quien puede necesitarle: problemas, decepciones, estrés, soledad. Ahí está su regalo. Desde el fondo del alma, escuche: "Llegó con tres heridas: la del amor, la de la muerte, la de la vida…" Cita simpática y usted es la mejor psicóloga del mundo. Copa y tapas.

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