martes, 29 de noviembre de 2011




¿Dónde los hombres? 

                        Las “zonas verdes” de la persona


La reciente gran reunión ecológica sigue dando aldabonazos. Lamentablemente, ¿puede el  hombre —animal urbano— respirar el aire limpísimo? No pisamos ya la tierra que salva, sólo el asfalto que deshumaniza. No vivimos en contacto con la vida que brota y crece, no contemplamos el verde palpitante. Sólo esas moles de cemento gris, construidas por la mano del hombre. Es la desmesura de la técnica. Basta mirar al cielo para perderse entre tendidos eléctricos, cornisas de piedra y anuncios que gritan su mensaje. Ruidos mecánicos, olor a carburantes, flores de plástico y codornices en lata.

Las ciudades rompen, día a día, todo lazo con la Naturaleza. Se olvidan del paisaje y del cielo, del volar de las golondrinas y del aire que riza los sembrados. Pero las relaciones vitales del hombre y la tierra, el misterioso latir que los une, no  pueden romperse.
Desesperadamente, los urbanistas de todo el mundo luchan por salvar las zonas verdes, ese tierno pulmón que nuestras ciudades necesitan. Respiro indispensable para que los niños no se pongan amarillos, los ancianos no alimenten escondidos su tristeza y el amor se dé limpia­mente la mano.
No es tarea fácil: los inmensos hormigueros humanos proliferan como una erupción. ¿Cómo salvarlo? ¿Cómo redimir el asfalto rescatándolo a la esperanza? Quedan sólo las pequeñas plazas verdes, los paseos con jardines, los parques minúsculos, gracias a los cuales nos enteramos cada año de que han llegado la primavera o el invierno.

¡Las pequeñas plazas! Hace mucho tiempo, mirando por los cristales, mientras pasaba sus apuntes de Física, una de mis hermanas las describió en un verso adolescente: «Cuatro bancos, de piedra sucia y gastada -un viejecillo sentado al sol de la primavera- y un árbol viejo que esponja la fragancia exuberante de sus ramas». ¿Hay una versión más exacta de las pequeñas plazas provincianas que todos guardamos en algún rincón?

Tuve la suerte de conocer a Ángela Guardiola, una dibujante catalana ocupadísima. Para hablarle, tuve que comer con ella en Barcelona. Le pedí un trabajo bonito y, sintiéndolo en el alma, no lo aceptó. «¿Sabes? —me dijo escuetamente—, tengo que respetar mis “zonas verdes"».

Anoté la frase. He aquí un concepto feliz: respetar nuestras “zonas verdes”. Respetar nuestro respirar, nuestra vida. Porque a veces todos notamos que «aquí no hay quien respire» y que «esta vida no es vida». Un trabajo, una conferencia, una clase, otro trabajo, y otro, y otro... Una factura de la tienda, un plazo del piso, una matrícula, un viaje, un traje de chaqueta... ¿Cómo decir que no? Y un día hacemos ¡crack! y todo se acaba: una anemia, una obsesión, una imposibilidad de crear, de admirar, de amar, de sonreír. No. Hay que decir que no. Respetemos nuestras “zonas verdes”. Miremos por nuestra vida, que es un grave deber, y por nuestra alma. Por nuestra capacidad de ilusionarnos y de volar. ¿De acuerdo?






¿Dónde los hombres? 

                   “No haber amado más…”


¡Adiós Noviembre! Como el tiempo corre, justo cuando el colegio del Pilar, cantera de políticos multicolor, anunciaba funerales por sus alumnos, se encendían en su misma calle las luces de Navidad. Es el sabor agridulce de esta noticia.

Los periodistas no podemos olvidar uno de los hechos más resonantes de los medios de comunicación. Ocurrió en Londres. Un hombre, Sam Perry, apareció en la pequeña pantalla y dijo sencillamente: “Soy muy feliz”. Le siguió una mujer, Cristina Skrinner, que afirmó, sonriendo: “Me despierto cada mañana con una estupenda sensación de alegría. Después fue Peter Vanclus, quien, agarrado del brazo de su mujer, declaró a los telespectadores: "Nosotros tenemos ahora una vida más intensa y rica que las demás parejas...”. ¿Qué había pasado? ¿Cuál era el secreto de una alegría que no se recataba ante las cámaras? A Sam Perry, la señora Skrinner y Peter Vanclus sólo les quedaban dos o tres meses de vida. Fueron a una emisión de la BBC  para contar, sencillamente, cómo se vive cara a la muerte.

La primera reacción del señor Sam Perry —cincuenta y cuatro años- fue odiar a los médicos con toda su alma. El hombre más joven —apenas treinta años- dijo que el choque había sido terrible: “Como si cayeran sobre mí toneladas de agua helada. Después, un enorme cansancio...”. La mujer pedía: “Un poco más de tiempo, Señor...”. Tenía tres pequeños diablillos en casa. De repente, cada uno de ellos sintió una extraña paz. Dios estaba  cerca.  Sus ojos se abrieron. Era una tierna y misteriosa manera de ver. Disfrutaban con pequeñas cosas increíbles. Sabían que una hora bien llena vale más que años de vida larga.

Fue apasionante escuchar cada caso. El hombre de los cincuenta años tenía bastante carácter: “Antes, cualquier cosa me hacía sufrir: todo me preocupaba. Preparar las vacaciones era un rompecabezas..., los asuntos de dinero me sacaban de quicio. Ahora tengo una serenidad extraordinaria.   Hago lo que hay que hacer. ¡Nunca había tenido tanta paz! Es una plenitud desconocida que tiene mucho de felicidad...”.

Peter Vanclus explicó: “Cada una de las palabras que cambiamos, cada mirada, es para nosotros algo valiosísimo. Aprovechamos cada instante libre  para estar juntos. Como tantas madres superocupadas, la señora Skrinner se dejaba llevar de los nervios. Se ponía fuera de sí cuando los chiquillos —que no podían estar quietos- la impacientaban. Ahora había encontrado la paz: “A veces me pongo a andar, tranquilamente, durante un buen rato... Veo todas las cosas como si fuera la primera vez..., mis hijos, mi casa, el sol, la calle... Miro las gentes, las puertas, cada piedra, intensamente, como para guardarlos en mi memoria”. La señora Skrinner, treinta y cinco años.

Fue ella la que contestó con una  sonrisa  triste: a  la  pregunta  del periodista: “Qué hecho más de menos. Ahora sólo siento no haber amado más y no haber  hecho más oración”
¡Navidad! Que buen tiempo para querernos, para dar un respiro al corazón.



jueves, 24 de noviembre de 2011

¿Dónde los hombres?
                   
                 Por favor, caras nuevas

Parece que no ha pasado nada. A pesar del descalabro de los cuatro millones de votos socialistas, en estas elecciones, como suele ocurrir en todas “no han perdido” ninguno de los partidos.

Sin prisas, con aspiraciones renovadas y hasta con fe en los desastres atribuyendo a la derrota el comienzo de la victoria. En consecuencia, todos prefieren quedarse para esperarla. ¿Pero no tiene el PSOE caras nuevas? ¿rostros limpios? ¿Políticos que susciten esperanzas?

Oír a Chaves, con lo que hemos visto en los 30 años de Andalucía, que piensa continuar en política, o a Rubalcaba, que será la oposición del PP, da vértigo.

Dios mío, líbranos de esta pesadilla. Danos políticos incorruptos aunque estén muertos en vida. ¡Han sido 8 años! Cambio, cambio real ya.

Realmente, después de unas elecciones celebradas a fecha fija y en condiciones especialmente críticas para España ¿tiene sentido la actividad de un presidente “en funciones” existiendo un presidente real? Máxime si ya se hizo pública la cesión de Zapatero. ¿Para que sirvió el 20-N?  


¿Pero no hay quien de la cara en estos temas? ¿No hay hombres en España? Solo manadas de borregos recorren la península. Dónde los hombres, donde los hombres, donde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres. DÓNDE




¿Dónde los hombres?                  


                     Todos Responsables

Es muy fácil adjudicarle todas las culpas a Zapatero, pero, con la mano en el corazón ¿no lo hemos sostenido entre todos? Que lo digan los sindicatos, las entidades destinatarias de jugosas subvenciones, los artistas, los intelectuales, las ONG adictas, los periodistas del pesebre, los partidos separatistas... ¿no somos todos responsables?

 Es casi seguro que de no ser por la crisis europea tendríamos todavía a Zapatero, sostenido por todos los que han vivido de su teta. Como no son tontos sabían que era más fácil a este ser errante sacarle más jugo que a Rajoy. Y así hubiéramos seguido.

 Por honradez, por humanidad, por todo lo que hiere a los vencidos tenemos el deber de arropar a Zapatero como a cualquier político que pierda en estos momentos. Y, por favor, que los malos hábitos de los que viven de la mamandurria no se repitan. Un respiro.
¿Pero no hay hombres que tercien en estos temas vitales? ¿Pero no hay hombres en este país? Solo manadas de borregos recorren la península. Dónde los hombres, donde los hombres, donde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres. DÓNDE



               
¿Dónde los hombres?  
     
        ¿Qué hacía el Banco de España?

Muy bueno el chiste de Mingote que es portada de ABC. Al lanzarse Rajoy a la piscina, pregunta: ¿Estáis seguro de que han dejado el agua? Los socialistas piden al nuevo presidente que ha sabido manejar tan bien los tiempos, que tenga paciencia en el relevo.

Nadie tiene prisa por dejar el sillón y como el pegamento funcione, tendremos para rato. Aparte de los plazos marcados en su día por Zapatero sin tener en cuenta la situación gravísima del país, la cuestión es otra. Es un hecho en estos últimos tiempos que el partido en el gobierno se ha preocupado más de sus intereses que del país que gobernaba.

Pero la cuestión es otra, dados los avances de la técnica para evaporar documentos y las mil fontanerías al uso, es lógico que los que se van se tomen tiempo. Pero aquí es donde la legislación debería actuar para que, viendo lo que estamos viendo, no se lleven los que dejan los cargos hasta el agua de la piscina, como sugiere Mingote. 

Si la justicia recogió por sorpresa papeles importantes de Urdangarín, que exista también un mecanismo en los relevos políticos que permita averiguar la dimensión real de los agujeros.Los autores del desmadre no lo van a decir. Si no hay noticia de los restos de trenes del atentado del 15-M que no pasará con los frágiles papeles. Por encima de las manipulaciones de los partidos, los ciudadanos de un país que pretende seguir llamándose España, merecen que nadie se beneficie de los que les pertenece por derecho. 

Más de un siglo luchamos por organizar los controles administrativos y salir de las cuevas de Ali Babá. Pero, a juzgar por lo visto, pocos de esos controles funcionan. ¿Cómo hemos convivido estos años con tanto agujero negro? Las magnitudes del trasvase de fondos de las cajas no se han hecho en un día. ¿Que hacía el Banco de España mirando a otro lado? ¿qué hacía el Tribunal de Cuentas? ¿Y la Fiscalía de Hacienda?

Esperamos que la Justicia defienda los intereses de España con la misma perseverancia de los trajes del caso Gurtel. No es mucho pedir. Ojalá que el mes que resta para la transmisión de poderes no lleve al descabello de este país. Somos, por desgracia, el único pueblo gobernado por quienes alimentaron a las fuerzas capaces de destruirlo.


¿Por qué el hombre de la calle no discute? ¿Por qué no habla de estas cuestiones importantes? ¿Pero no hay hombres en este país? Solo manadas de borregos recorren la península. Dónde los hombres, donde los hombres, donde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres. DÓNDE

miércoles, 23 de noviembre de 2011

¿Dónde los hombres?   
Un estallido de esperanza


            Vivimos una crisis sin precedentes, económica, política, de valores humanos…Todos tendríamos razones para manifestarnos…
             De acuerdo. Puestos a protestar, protestemos, arreglemos de una vez este mundo paradójico y trastornado. Y como no parece empresa fácil, tratemos de arreglarnos nosotros mismos.  Hagamos lo que todo el mundo pide al PSOE y a todos los partidos, renovarse,

            Miren por dónde, estamos en la mejor época del año para entrar a saco: el Adviento. Difícilmente encontraríamos un tiempo más combativo, más revolucionario y esperanzado.
            ¿No hay un estallido de esperanza en toda conversión? Sí, hay que renovarlo todo, porque Dios viene, porque está a punto de llegar. El lo trastorna todo, pasa —en frase de un autor—“como la reja de un arado que arranca las raíces y rotura la tierra: o es eso en nuestra vida, o no es nada”.

            Pero la tierra es dura, el arado no acaba de entrar, necesitamos esa especie de terremoto que nos predicen en estos días. «Los montes y todos los collados serán abatidos; los caminos tortuosos enderezados; los senderos ásperos, allanados». Toda una obra de ingeniería que más de alguno estamos necesitando a gritos.

            Andamos todos con la  nariz metida en nuestras dificultades, cansados, descontentos.  El mundo no anda mucho mejor. ¿Saben las gentes lo que quieren? Los periódicos nos atiborran de noticias dramáticas y tristes. Desde  el fondo de los siglos, la historia se repite con una monotonía abrumadora.

            Es como si todos nos codeáramos en una misma ansiedad. Cada hombre en su noche, cada hombre en su oscuridad.

            Se impone  el potente revolcón de la gracia. Por si dudamos de su fuerza, por si tenemos obstáculos poderosos, se nos dice más: «Yo iré delante de Ti y romperé las barras de hierro».¿Cómo quedarse atrás ?

            Y es que no hay nada más joven que el Adviento. Un impulso loco parece apoderarse de los libros sagrados. La geografía estalla ante el milagro. “Los cerros saltan como corderos, los valles gritan, se estremecen los desiertos de júbilo, la tierra mana leche y miel”, con los ríos puede hacerse turrón.

         Y envolviéndolo todo, la gran misericordia del Señor. Desfilan los desheredados, los pobres, los que siempre se quedan atrás.

            Para que entremos todos, no se olvida ningún dolor. “Salid presos y los que andáis en tinieblas, venid a la luz. Entonces se abrirán los ojos de los ciegos y quedaran libres las orejas de los sordos. Entonces el cojo saltará como el ciervo y se desatarán las lenguas de los mudos. No padecerán ni hambre ni sed, ni viento solano… Los guiará el que de ellos se ha compadecido, los llevará a los manantiales…”

            Es una continua sorpresa la juventud de los textos de Adviento. Perderse entre ellos puede ser una aventura. Hay allí palabras para nosotros, palabras de Dios que tienen la virtud de curar. Por algo San Pablo nos recuerda en estos días: “Todas las cosas que están escritas para nuestra enseñanza han sido escritas, para que por el consuelo de las Escrituras tengamos esperanza”.

             ¿Y quien no necesita en este tiempo un buen remiendo de esperanza?

¿Dónde los hombres?          
                   
                     Alice da en el clavo

“Sr. Director:
Casi nada ocurre por una sola causa. Las desgracias tampoco. Por eso, cuando me pregunto cómo es posible que los partidarios y seguidores de ETA alcancen siete escaños en el Congreso me doy cuenta de que semejante perversión obedece a varios factores. 

En primer lugar, hace falta un presidente de Gobierno lo suficientemente incapaz como para aceptar las condiciones de paz de unos asesinos mafiosos, a cambio de su promesa de no seguir matando.

En segundo lugar, hacen falta unos jueces moralmente corruptos, capaces de validar semejante chanchullo. A continuación, se necesita un buen puñado de ciudadanos cuya conciencia permita apoyar a quienes mataron, robaron, destruyeron y amenazaron.

Y, por último, hace falta una ley tan injusta y antidemocrática como nuestra Ley Electoral, que permite que trescientos y pico mil ciudadanos sean suficientes para alzarse con siete escaños, mientras que una política amenazada de muerte por esta ralea, y que cuenta con un respaldo ciudadano cuatro o cinco veces mayor; se haya quedado en solo cinco escaños.

Tenían razón los que decían que estas serían las primeras elecciones sin la amenaza de ETA. Porque ya no necesitan matar o amenazar para formar parte del sistema. Han entrada por la puerta grande al mismísimo Congreso de los Diputados gracias a ese genial e incomprendido estadista llamado Zapatero, que tanto bien ha hecho por España y por su partido”. 
Alice Nasrawi

martes, 22 de noviembre de 2011

   ¿Dónde los hombres?                       
                           
                         Empujando todos el coche

Menos mal que al  inmenso mar de votos no  ha podido silenciarlo nadie. ¡Estamos aprendiendo! No queremos políticos que, por  mantenerse  en  el  poder,  sean capaces de borrar a ESPAÑA del  mapa. 

La tierra que pisamos es de todos, no debe ser de derechas o de izquierdas, ni propiedad particular de grupos políticos, o de ideas del siglo pasado. La realidad debe mandar. La vida y la sociedad son siempre realidades cambiantes, ¿por qué vivir anclados en las ideas políticas de nuestros abuelos? Lo primero que necesita  un país para superar esta carrera contra-reloj de la crisis es sobrevivir.

Y esto no se consigue sin la unión de todos. ¿Sabremos empujar juntos el coche para que arranque?

¿Dónde los ciudadanos decididos a arrimar su hombro? ¿Dónde los hombres dispuestos a decir la verdad? Sólo inmensas manadas de borregos recorren la península…¿Dónde los HOMBRES?, ¿Dónde?
Dónde los hombres, donde los hombres, donde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres. DÓNDE

¿Dónde los hombres?                          
                       Las cuentas claras

Una de las carencias más importantes de la democracia española es la falta de transparencia. A diferencia del resto de Europa, aquí no podemos acceder a la información pública, porque prácticamente es un “secreto de estado”. 
Pero no es sólo una carencia de la democracia, sino también de nuestra economía. España tiene un problema de confianza. Pero ¿cómo confiar en un país que ni siquiera presenta las cuentas de forma clara? ¿Como pueden pelear los políticos durante meses por la deuda de una autonomía sin que sepamos cuál es? Y cuando llegan al gobierno ¿por que siempre acusan a sus antecesores de haberles dejado un déficit superior al declarado?
Muchas autonomías están congelando los pagos de recetas porque necesitan ese dinero para cuadrar el presupuesto establecido. Curiosa idea de estabilidad presupuestaria la que no se concreta en ajustar los gastos a los ingresos, sino en dejar de pagar las facturas de los proveedores.

Tenemos cada vez más la impresión de que una parte importante del ajuste de las administraciones consiste en dejar de pagar las facturas, que es la forma de esconder sus déficits.
Para restaurar la confianza de los inversores en España, es imprescindible la claridad en las cuentas públicas. Por lo tanto, la ley de transparencia es una de nuestras prioridades para encarar la crisis  que ahoga a nuestra economía.
Pero hay hombres en España capaces de hacer las cuentas claras ?  Hay hombres honestos? Dónde los hombres, donde los hombres, donde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres. DÓNDE

viernes, 18 de noviembre de 2011



España nos necesita.


España es de todos.
.
Que nadie se quede en casa

Si quieres que este desastre cambie

Vota CAMBIO
 ¿Dónde los hombres?                             


                            DERECHO DE IMAGEN
Carme Chacón ha afirmado que como mujer y catalana tiene todo el derecho a sustituir a Rubalcaba, pero sus primeras apariciones públicas le quitan la razón. No tengo nada contra ella y hasta la encuentro agradable, pero no puedo olvidar su estreno como ministra de Defensa, en solemne revista a las tropas, faldicorta, con jersey de mil lavados y una tripa que toda mujer sabe llevar. Tercio de Flandes, héroes de Lepanto, de Filipinas, de Cuba, Galán y García Hernández, novios de la muerte curtidos. Soldados aguerridos ¡ perdonadnos ! Una foto desafortunada de la ministra que despertó miles de comentarios.

                           QUE SE HAGA JUSTICIA
Esto es lo que quieren los ciudadanos: que no nos roben los que han podido meter mano. Los que nos han llevado a la ruina. Que se haga justicia de verdad, sin que estén los tribunales años mareando la perdiz. No al paro juvenil, no a los cinco millones de parados, no a los ayuntamientos que no pagan a los trabajadores. No a las deudas ocultas de las autonomías, no a los sinvergüenzas a los hoteles de cinco estrellas con facturas millonarias y cargo a nuestro dinero. No a los sindicatos que siguen recibiendo subvenciones fabulosas. Que devuelvan al país lo que le han quitado tirando el dinero en empresas fantasmas. Por todo esto habría que salir a la calle, pero que los “indignados” lo reflejen en sus pancartas.

                                SALVAR ESPAÑA
Todos tenemos claro quienes son los responsables del derroche increíble, las pensiones a los que no trabajan, colocación de familiares y amigos. Son los que nos han gobernado hasta ahora, los únicos que manejaban los fondos del Estado y siguen hasta hoy con mano rota hasta que nos dejen para el arrastre. Por eso solo nos salvará el cambio. Hay que votar a políticos honrados, inteligentes, serios, veraces... No es necesario sustituirlos por técnicos pero sí que sean capaces de salvar a España.

                              MENTIRAS GRAVES
El uso sistemático organizado y frío de la mentira es el factor capital de corrupción en las sociedades actuales. Las sociedades parecen extrañamente inermes frente a este fenómeno de gravedad excepcional. Las mentiras hábilmente seleccionadas ocultan a los ojos de la mayoría la realidad que viven. Si se mira bien, se descubre que la difusión de la mentira esta cuidadosamente preparada.  



                GANANCIAS PRIVADAS:DEUDA PÚBLICA
¿Cómo es posible que las personas que han gestionado mal, que han despilfarrado estos últimos años tanto dinero, abusando de los cargos que se le ha confiado no tengan que rendir cuentas? El Estado en lugar de indagar, respalda y refrenda la legitimidad de esos responsables, aportando a los bancos el dinero de los contribuyentes. Así resulta que las ganancias de la economía dirigida por los bancos se privatizan, pero las pérdidas se nacionalizan, las pagamos todos.   

jueves, 17 de noviembre de 2011

¿Dónde los hombres?               


                    Nos lo jugamos todo

¿Alguien recuerda las imágenes impresionantes tras el asesinato de Fernández Ordoñez? Nadie había convocado. Espontáneamente la gente se lanzó a la calle sin control alguno  como pasa en las grandes multitudes. 

Sucedió también en  las calles de Madrid con el Mundial. ESTO debe ocurrir con más razón en situaciones especialmente difíciles para nuestro país si alguien intentara arrebatarnos el cambio que puede salvarnos. 

Como se anuncian movimientos de los "indignados" en la jornada de reflexión y en el mismo día de las elecciones, debemos estar alerta. Si el gobierno decide no hacer nada está en su derecho, pero nosotros, también “indignados” aunque pacíficos, tenemos el mismo derecho que ellos a llenar la calle esos días. Sí, hacer acto de presencia seria y silenciosa. Lo  del silencio es importante porque resulta clamoroso. Hay, además, que hacer bulto para llamar la atención sobre lo que ya no se puede tolerar. 

No podemos aguantar más. Se trata simplemente de aprovechar la benevolencia con que este país acoge a los ocupas, a los que se burlan de los comerciantes, de los transeuntes, a los que insultan a las fuerzas policiales que nos defienden orinándose en sus pies. A los que asaltan edificios abandonados donde niños conviven con toneladas de basura, ratas y otros animales, sin agua, ni luz.

Es el caso, demostrado, del hotel Madrid y del teatro Albeniz. Ante estos hechos, el silencio respetuoso de civismo ciudadano es pan comido. Y seguro que el Ministerio del Interior y las fuerzas del orden nos felicitarán. Eso sí, el silencio debe ser impresionante. Nada más subversivo que una enorme multitud callada.  

Ante el que quiera arrebatarnos el amor de nuestra vida, la tierra, el aire que respiramos, la fe, la historia de las gentes entrañables que aquí vivieron, hemos de defender nuestra integridad territorial. Por supuesto, pedimos que si alguien quiere convocar lo hagan solo en nombre de ESPAÑA, no partidos políticos, no grupos interesados, no ideas personalistas... Por favor, aire puro. 

Esto ha ocurrido ya en otros países. Con motivo de un artículo de la ley de enseñanza que apenas conocían, los franceses llenaron en silencio las calles de París para demostrar su rechazo a los abusos del gobierno. No se manifestaban por temas de educación, sino por decencia. Pero la ley fue retirada.





¿Dónde los hombres?                    


                    ¿Guía de recortes?

Aunque no lo recordemos ya  hemos salido de otras crisis. Un folio titulado “Más lujo al lujo", surgido por sorpresa en el reajuste de viejas carpetas, es el mejor testimonio. Es además un rayo de esperanza. En peores momentos nos hemos visto. En todo caso puede ser un salvavidas de ideas para los recortes en situación extrema del futuro ganador de las elecciones. Nos falta un detalle clave, la fecha ¿alguien podría averiguarla? He aquí la muestra:


                                                  Más lujo al lujo
Por lo pronto, este año van a faltar las clásicas flores de trapo que adornan las cestas navideñas.
En efecto: el aumento del impuesto de lujo alcanza a toda clase de flores naturales y artificiales. Se extiende también a los aparatos fotográficos y cinematográficos con todos sus accesorios. A las bebidas envasadas y de marcas que excedan en origen las 20 pesetas litro.

Comprende también los licores en general: Brandy, güisqui, aguardiente y especias que por lo visto van a ponerse como en tiempos de Cristóbal Colón. ¿Han visto ustedes los humos del azafrán?

Otro capítulo afectado es el de la joyería, bisutería, artículos de piel, peletería y alta costura.

Los Reyes Magos van a tener que hacer muchos cálculos a la hora de traer este año los regalos. Mucho más con el recargo que también sufren los juguetes.

Entran en esta alza del  10% sobre el lujo que ya venían pagando las embarcaciones y aramas de fuego, las maletas y carteras, cuando el precio de origen supere las 300 pesetas, la cristalería y la cerámica.

Mención especial merece el gran capítulo de la perfumería y cosmética. No se escapa ni la colonia a granel. Y aquí sí que damos el alto. ¿Cómo es posible que en este país se considere artículo de lujo la pasta de dientes?

¡Estos señores superaron la crisis!

martes, 15 de noviembre de 2011

¿Dónde los hombres?                               
                    
                             "Vuelva usted mañana"

Ríanse de las almas muertas de Gogol, de los difuntos griegos que llevan 10 años cobrando pensiones. Aquí más, aquí fenómenos místicos, incluído el de don de bilocación, que es estar en dos sitios a la vez. 

En toda la Andalucía agrícola no hay suegra de capataz que no esté cogiendo aceitunas y sin salir de su casa. Se han visto hasta viejecitas en sillas de ruedas, colgadas de los olivos cogiendo aceitunas. Y sin dejar su cocina. Las listas del PER son actas de milagros maravillosos. Pero, ¿como se puede gobernar 30 años sin votos comprados?

Don de bilocación pero al revés, dos personas en un solo sitio. Es lo que me pregunto. Se va el PSOE dejando colocados a todos los suyos. Han tenido tiempo. ¿Y como van a gobernar los de Rajoy? Horroriza pensar en los millones de funcionarios que para justificar su puesto eternizarán nuestros asuntos con gestiones interminables. 

Más terribles son los caballos de Troya en las administraciones. Polícias del Ministerio de Interior de Felipe González alertaron a Rubalcaba el 11-M. Tuvo tiempo de organizar por internet los asaltos a la sede del PP. Son cosas de los relevos, tal vez inevitables. Como es inevitable preguntarse ¿dónde estará tanto dinero desaparecido?  Claro que, como dijo la ministra en 2008 "el dinero del estado no existe" va a ser eso.

Con todo, preocupa más la marabunta de los tres millones doscientos mil funcionarios de hace unos años incrementada por los de estos últimos meses, véase el buen acomodo que le han buscado a Bibiana Aido y a la oficina de colocación de la ministra de Interior.

Por burocracia no va a faltar, tal vez por eso el "vuelva usted mañana"  nos machaca la cabeza. Si ya tocábamos cada ciudadano a 2.629 euros al año por las tres administraciones del Estado, ¿qué pasará ahora, cuando sabemos que el dinero del Estado es el nuestro?


Hay hombres en este país que puedan solucionar este enigma? ¿No somos un poco responsables los que hemos aguantado con absoluta pasividad ciudadana a Zapatero?  
Sólo inmensas manadas de borregos recorren la península…¿Dónde los HOMBRES?, ¿Dónde?
Dónde los hombres, donde los hombres, donde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres. DÓNDE



¿Dónde los hombres? 


                          ¿Indignación o Extorsión ?

Seamos serios señores ! Sin perder el sentido del humor, eso sí, pero sin coaccionar la libertad de palabra. No es de recibo que un “indignado” disfrazado de pollo, aunque sea de corral, acosara ayer a  Esperanza Aguirre con la misma tenacidad que el cobrador del frac. Si bien es cierto que la presidenta de la Comunicad de Madrid tiene más conchas que plumas sintéticas el pollo que la perseguía,  hay que reconocer que el boicoteo no es la mejor manera de hacer la revolución social. 
La impecabilidad, extraña y sugerente palabra, debería ser la única política válida. Cacarear no es igual que hablar, y hay tanto que decir… Dejemos a los payasos en el circo y ejerzamos nuestra dignadad más allá de toda indignación. Todo menos “hacer de la política un espectáculo”.
¿Dónde los hombres? 


Historias de "indignados"

Llevábamos meses preguntando ¿dónde los hombres? con la famosa canción de Aguaviva. Y ¡al fin! aparecieron en la Puerta del Sol. En el corazón de España.”Democracia real ya” era su hermoso lema.

Todos reconocen que, aquí, de democracia nada. Hemos vivido una dictadura que se merendó a la justicia independiente, sin la que no hay democracia posible.

Aquí hemos visto familias que han colocado hasta a los biznietos a dedo, creando millones de funcionarios a los que regalan pensiones con nuestro dinero. Aquí han ocurrido inmoralidades, corrupciones y robos tremendos.

Algo de esto debería verse en las pancartas, en los gritos. Pero, NADA.
Después de un gobierno que nos ha llevado a la ruina, silencio en los gritos y pancartas. Los responsables se van de rositas. Sólo un grito: “Esperanza, hija de puta”. Y todos los gobernantes corruptos que hemos soportado, a los altares. Hombre, no es normal. Para eso no hay que echarse a la calle. 
           
¿Para cuándo una sentada a modo en la Moncloa, en Ferraz? Porque todos los males que padecemos vienen de ahí. De los sindicatos vendidos que todos rechazan, de  la justicia politizada y lenta, ni media pancarta.

“Plataforma real ya” se quedó parada en la Puerta del Sol. Y todos con las ganas de ver otros carteles porque la corrupción tiene nombres y apellidos. Y la denuncia es la mejor manera de combatirla. Hasta que supimos la verdad. Democracia real ya, con pancartas que muchos lucen por ahí, es en realidad democraciarealya.es , un dominio comprado por el PSOE y que lo creó en marzo.


Todo está bien planeado y aprovechan para calentarle la calle al PP  valiéndose de personas idealistas que no aguantan este paro y esta crisis, pero que nada tienen que ver con el PSOE. Es la más baja operación de marketing que ha hecho un partido y desde que oímos al entonces ministro de interior que les iban a dejar vía libre se confirmaron nuestras dudas. Lo extraño es que haya por allí periodistas y hombres públicos sagaces que los defiendan. 


Para su información he aquí los datos que nos han llegado:
Titular: Colectivo de educadores en barrio Arrabal.
Fecha de alta: 1 de marzo del 2011.
Fecha de caducidad: 1 de marzo del 2012, justo para calentarle los comienzos a Rajoy.
Y “dominándolo” todo la “red de blogs socialistas”. 


"El uso sistemáticoorganizado y frío de la mentira es, el factor capital de corrupción de las sociedades actuales. ¿Aprenderemos a abrir los ojos? ¿Hay hombres que quieran hacerlo?


Sólo inmensas manadas de borregos recorren la península…¿Dónde los HOMBRES?, ¿Dónde?
Dónde los hombres, donde los hombres, donde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres, dónde los hombres. DÓNDE






jueves, 10 de noviembre de 2011

¿Dónde los hombres?

REGALAR ¿PARA QUÉ?

Ante la crisis que atravesamos habría que preguntarse el por qué del regalo
 y alertar del desmadre de cestas espectaculares en busca del 
"doy para que me des"

           Al parecer hay una filosofía del regalo, una filosofía de andar por casa, pero filosofía al fin.  En consecuencia, nos lleva a plantearnos las causas últimas ¿por qué, para qué regalar? y más en tiempos de crisis. Si fuéramos honrados, sólo regalaríamos de ilusión a ilusión, de amor a amor. Sólo regalaríamos a quien nos apeteciese y poniendo el alma. Pero confesemos, con la mano en el corazón, que hay regalos muy distintos.
            Lo peor son los circunstanciales, y encima, a fecha fija: el santo, el cumpleaños, la Primera Comunión, la boda, el empresario poderoso... Como nos vemos obligados, y sin querer gastar mucho, es todo un problema. Hay listas de boda trágicas, hay regalos de puedo y no quiero.
            No falta el regalo de puro compromiso. La fiesta del jefe, el reconocimiento a una secretaria, el portero que está imposible. Los aceptamos como fuerza mayor, ¡por el interés te quiero Andrés!
            En la mayoría de los casos se regala por fardar. Por quedar bien ante aquellas personas con las que nos interesa ser originales, generosos, encantadores. No hay problema, pero puestos a regalar, no podemos quedarnos cortos porque, si no, se cometen fallos de nuevo pobre, que son, como todos saben, ricos camuflados.
            ¿Qué regalaré para que me regalen? Esto es lo grave. Puede ser un regalo material. Puede ser una recomendación, una palmada, un "amigo, sube más arriba". Naturalmente, nos volcamos. Pero el fin es bajo y si, somos honrados, debería avergonzarnos. Luego dicen con justicia que, el 70% de los aprobados de este país, lo han conseguido los jamones.
            El que se hace porque sí, porque lo hacen los demás, es un regalo rutinario. No nos impulsa el deseo de quedar bien, sino de no quedar mal. Y no se sabe que es peor. Son regalos carentes de la más elemental fantasía, no salimos de los "foulards" y las corbatas.
            El primer criterio del regalo debe ser la ilusión, lo no necesario, aquello que nunca nos atrevemos a comprar, pero que nos encantaría tener con nosotros.
            Aunque no se den normas fijas, el arte del regalo es una cuestión de sensibilidad. Lo correcto es regalar cosas efímeras, bellas, innecesarias... "todo lo que viene de los dioses, decían los griegos, es gratuito".